
Era el amanecer de un lunes cuando la cretina habría sus ojos después de tal golpe que la había dejado inconsciente, sin hacer un festival del asunto siguió su camino pero ahora si con el objetivo claro de llegar a su hogar y descansar de la pesadilla, Cristina camino y camino, era un día particularmente soleado, además de sentirse un fuerte olor a cenizas en el aire, este olor despertó la curiosidad de Cristina, pero el deseo de estar segura en casa era mayor y comenzo a correr, a medida que iba llegando a su casa el olor se hacia mas intenso, hasta que chica llega a su casa, feliz ante el pórtico inmaculado y sin ningún rastro de debacle en su dulce hogar entro confiada, olvidando por completo aquel intrigante olor, Cristina entra a la casa y despreocupada pasa directo su pieza "llegue abus!" avisándole a su abuela, al llegar su habitación la cretina sufre un fuerte mareo y cae desmayada en la cama...
Una noche de jueves en la madrugada es cuando Cristina abre sus ojos nuevamente, al parecer el árbol había dejado secuelas serias en su impacto con la chica, un olor muy desagradable se hizo presente de inmediato en el ambiente, y es el intenso olor de la ceniza pero algo mas... algo podrido, quizás alimento, quizás... Cristina comienza a explorar la casa en silencio, conciente de la hora para no despertar a su abuela, el olor no pierde intensidad, la chica decide hachar un vistazo en el patio donde parece venir la peste, abre la puerta y... el olor es tan fuerte que nubla su visión y la hace toser desenfrenadamente, al perecer a figura de una persona se encontraba en el patio, la chica se acerca "abuela?" no hay respuesta alguna, se acerca mas y comienza a guiarse con su tacto para poder reconocer a la persona, de pronto cojee un medallón que es característico de su abuela y la chica se tranquiliza... pero sigue sin haber respuesta de la anciana, Cristina sigue usando sus manos, hasta que se da cuenta de que la piel de la anciana esta extraña y se descascara, su visión comienza aclararse y el una leve adaptacion al olor surge en ella para darse cuenta de que aquella persona agarrada del alambre para colgar ropa es su abuela totalmente quemada y sin vida producto de su contacto con el alambre metálico al justo segundo del impacto de un rayo con la tierra... las cosas de la vida... quien sabe si Cristina aquel lunes se hubiera preocupado por algo mas que si misma al llegar a su casa el final hubiera sido otro, quizás nada hubiese cambiado, quizás si, algo si surtió efecto en el universo, la chica carecía de preocupación por los demás y el universo la a premiado con la soledad, tiene sentido...
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